El modelo 131 es un documento utilizado por los autónomos acogidos al régimen de estimación objetiva, también conocido como régimen de módulos, para declarar el pago fraccionado del IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas). A través de este modelo, los autónomos ingresan a la Agencia Tributaria las cantidades correspondientes a su obligación fiscal de forma trimestral. Así, el modelo 131 permite a los contribuyentes cumplir con sus obligaciones fiscales de manera sencilla y ordenada, evitando retrasos o sanciones.

El modelo 369 es un formulario utilizado por empresas y autónomos que se acogen al régimen de ventas a distancia en la Unión Europea, conocido como el régimen OSS (One Stop Shop). Este modelo permite declarar y liquidar el IVA correspondiente a las ventas de bienes y servicios realizadas a clientes particulares en distintos países de la UE, evitando la obligación de registrarse en cada país donde se realicen operaciones. De esta forma, se simplifica el proceso de tributación para los negocios que venden productos o servicios a través de plataformas online y marketplaces dentro del territorio comunitario.

El modelo 115 es un formulario oficial de la Agencia Tributaria en España que debe presentarse por parte de autónomos, empresas o entidades que pagan alquileres por inmuebles urbanos destinados a actividades económicas. A través de este modelo, se declaran las retenciones aplicadas sobre dichos alquileres, asegurando que las retenciones practicadas a los arrendadores se ingresen correctamente en Hacienda. Su presentación es trimestral en la mayoría de los casos, aunque algunas grandes empresas pueden estar obligadas a realizarla mensualmente.

El modelo 349 es una declaración informativa que deben presentar los autónomos y empresas que realicen operaciones intracomunitarias, es decir, aquellas transacciones de bienes y servicios con otros países de la Unión Europea. A través de este modelo, se comunican a la Agencia Tributaria las operaciones exentas de IVA dentro del marco del comercio intracomunitario. Es obligatorio para quienes superen determinados umbrales de facturación y su presentación es fundamental para evitar sanciones por incumplimiento.